Mi primer viaje a New York: Todo lo que tenés que saber para aprovecharlo al máximo.
Lo primero que tenés que saber antes de viajar es que, por más organizado que estés, el tiempo nunca va a alcanzar para hacer absolutamente todo lo que está en tus planes.
Segundo, y no por eso menos importante, cuando estés en tierras neoyorquinas vas a experimentar en carne propia por qué la conocen como "La ciudad que nunca duerme".
En New York todo funciona a la perfección. Todo, menos yo. Así me sentí la primera vez que viajé a esta ciudad. Sentía que quería hacer ochenta mil cosas, pero mi cuerpo solo aguantaba la mitad. Sin embargo, con el correr de los días, fui tomando el ritmo de la metrópoli hasta sacarle el jugo a las horas más insolitas (llegué a hacer compras a las 4 de la madrugada).
La clave principal que tatué en mi mente, casi como si se tratase de una especie de mantra fue: "Mejor por abajo, que por arriba". Y con esto me refiero a que la Metrocard se va a convertir en tu aliada durante tu estadía. Con ella vas a poder tomarte colectivos, subtes y hasta un tramway ilimitadamente, siempre y cuando pagues el abono semanal. Cuando yo viajé por primera vez, en el 2017, el pase de 7 días estaba 30 dólares. Teniendo en cuenta que cada viaje en subte te sale 3 dólares, sin dudas me convenía sacarlo.
El subte te lleva de un extremo al otro, en cuestión de segundos. Incluso cruza el East River, dejándote conocer los rincones más lindos de Brooklyn.
Lo que tenés que saber sobre el subte:
- Funciona las 24 horas del día, todos los días.
- Podés comprar la Metrocard en las estaciones. Sale 1 dólar + la carga que quieras darle. Hay combo de 10 viajes, abono semanal y mensual. Podés abonar con tarjeta o en efectivo en las terminales automáticas o también por ventanilla (aunque no en todas las estaciones suelen estar abiertas).
- Hay distintos niveles en una misma estación. Tenés que prestar atención siempre para qué lado querés ir: Uptown (Bronx) o Downtown (Wall Street).
- Existen subtes expresos que se saltean estaciones. Siempre prestá atención antes de subirte, suelen avisar por altoparlante para evitar que terminés en la calle 130. Si tenés problemas con el idioma, la aplicación de Google Maps te solucionará la vida.
- Google Maps tiene los horarios de todas las líneas en tiempo real, para mí es de las mejores aplicaciones porque también te avisa si hay algún problema y se demoró el servicio. Pero también hay otras de Nueva York que son muy útiles también.
- Los fines de semana suelen cambiar los horarios de algunas líneas, todo eso te lo avisan en carteles en las estaciones.
- Los vagones tiene calefacción y aire acondicionado. No así las estaciones para esperarlos.
Acá te dejo el mapa con todas las líneas, estaciones y conexiones.
Si bien es cierto que es mejor trasladarse por abajo, también me parece útil destacar algo sobre los taxis. La primera vez que viajé, me costaba darme cuenta cuándo estaban desocupados y cuándo no. La clave está en ver el cartel con el número que llevan sobre el techo. Si está prendido, está libre. Ah, y no importa dónde los pares. Ellos siempre se las ingenian para cruzarse toda una avenida con tal de recogerte.
Un dato no menos importante sobre esto: siempre al precio final, sumale la propina que corre por cuenta propia.
Ya que las mencioné, vamos con eso.
Tax y propinas:
Al recibir la cuenta de un restaurant o mismo en el taxi, se le suma una tarifa conocida como tax. Es un impuesto que se aplica sobre el valor total de tu consumo y que no incluye la propina al mozo o al chofer. Hay restaurantes que le suman la propina a la cuenta final. Por las dudas, siempre chequealo.
Para que tengas una idea, el impuesto es alrededor del 10% y se aplica también en hoteles, tecnología, calzado e indumentaria cuando la compra es superior a 110 dólares. Igualmente está sujeto a excepciones que podés chequear haciendo click acá.
¿Dónde alojarse?
Esta es una pregunta muy personal, porque su respuesta está sujeta a los gustos y presupuesto de cada persona. Particularmente, yo creo que la mejor zona para hospedarse es Hell's Kitchen, porque está cerca de todo y, a la vez, lo suficientemente apartada del caos.
Hay varios hoteles a muy buenos precios, casi los más bajos dentro de Manhattan. La zona de Columbus Circle es hermosa porque es la que da comienzo al Central Park, pulmón de naturaleza que te hace bajar mil cambios dentro del paisaje de rascacielos. Por allí pasan las líneas de subte A, B, C, D y 1, que básicamente son las que te llevan a todos los lugares más importantes dentro de Nueva York.
Podés ir caminando hasta Times Square por Broadway o, para los más osados, hasta Bryant Park por toda la Quinta Avenida (mi recorrido preferido).
¿Cuánto voy a gastar por día?
Tenés que saber que en New York podés comer por 3 dólares, como gastar 400 en una cena. La clave está en saber administrarse y localizar los lugares donde puedas aplicar la regla de oro: BRB (bueno, rico y barato).
Un promedio de presupuesto básico es 60 dólares diarios por persona, sin contar alojamiento y solo teniendo en cuenta las 3 comidas principales. Esto está sujeto a tus gustos, ya que hay lugares muy económicos y otros más caros que exigen estirarse un poquito más.
¿Qué cosas no me puedo perder?
Podría hacer un listado enorme de lugares que recorrer, pero como dije al principio de esta nota, es imposible hacer todo la primera vez. Así que vayamos con lo que, a mi parecer, es lo más lindo y permite irte con un pantallazo general de este increíble destino.
Times Square
Central Park
Bryant Park
Top of the rock
Brooklyn Bridge
Dumbo
Greenwich Village
Jazz en The Back Room
Chinatown + Little Italy + Soho
Ferry a Staten Island para ver la Estatua de la Libertad
Misa Gospel en Harlem
El toro de Wall Street
De todos estos destinos hablaré en un próximo artículo. Pero no quiero despedirme sin antes hablar sobre el último.
¿Por qué el toro de Wall Street? Cuenta la leyenda popular que tocarle los testículos trae suerte y un pasaje de vuelta para darle revancha a esta hermosa ciudad.
¡Será cuestión de hacer la prueba!